Alexander Ludwig, Bjorn Piel de Hierro en ‘Vikingos’, regresa muy cambiado en ‘Heels’
El actor, que encarna a un fenómeno en ascenso de la lucha libre enfrentado con su propio hermano, afirmó en dialogo con Télam que su nuevo proyecto apela a todos los públicos porque "como Caín y Abel, es el relato más antiguo de la humanidad".
El actor Alexander Ludwig, quien tras protagonizar durante seis temporadas la mega popular "Vikingos" estrena este domingo en la plataforma Starzplay "Heels", serie en la que encarna a un fenómeno en ascenso de la lucha libre enfrentado con su propio hermano tanto arriba como abajo del ring, afirmó que su nuevo proyecto apela a todos los públicos porque "como Caín y Abel, es el relato más antiguo de la humanidad".
"Somos seres humanos y queremos escuchar historias con las que nos sintamos identificados", reflexionó el intérprete canadiense en charla telefónica con Télam.
Con 29 años, Ludwig encara con "Heels" su primer gran proyecto luego del final de "Vikingos" en diciembre pasado. Allí le puso el cuerpo desde 2013 a Björn, que iniciaba la historia como un personaje secundario hijo del mítico rey guerrero escandinavo Ragnar Lodbrok pero que pronto evolucionó hasta convertirse en el protagonista de los afiches.
Sus 1,88 mts. de altura, imponente físico e intenso semblante le daban el ‘physique du rôle’ ideal para un rey vikingo, pero no desentonan para nada con su papel como Ace Spade en esta nueva serie de ocho episodios.
Escrita y creada por Michael Waldron, guionista también de la reciente serie hit de Marvel "Loki", "Heels" está ambientada en el mundo de la lucha libre profesional, pero alejada de los grandes reflectores.
La trama transcurre en el sureño estado de Georgia, y pone el foco en un drama familiar con el universo de la lucha libre en pueblos pequeños como telón de fondo.
Allí Stephen Amell (quien también viene de finalizar un éxito de muchos años con "Arrow") es Jack Spade, el hermano mayor de Ace y el encargado de llevar la promoción y la organización del espectáculo que inició el difunto padre de ambos.
En el ring, Ace juega el rol de "face" o "la cara" del espectáculo, el héroe del show; mientras que Jack se desempeña como su némesis o "heel", el villano. El problema es que una vez que se apagan las luces y se van los fans, el enfrentamiento de Jack y Ace no se diluye sino que se aviva aún más, y cuando un promotor de una liga más importante quiere llevarse al menor de los hermanos la rivalidad llega a su punto de máxima tensión.
Télam: Después de "Vikingos" habrás tenido muchas propuestas arriba de la mesa. ¿Qué es lo que te atrajo de "Heels"?
Alexander Ludwig: Me inclino cada vez menos al costado de la fama, y me interesa enfocarme simplemente en ser actor, contar grandes historias e interpretar grandes personajes, y esta serie para mí era exactamente eso. Ace es complejo, casi una paradoja: por un lado es un rockstar en el ring, el héroe del pueblo, pero fuera del cuadrilátero no es el mejor de los tipos. En el fondo es solo un niño luchando por sobrellevar la muerte de su padre, mientras intenta salir de su sombra y la de su hermano.
T: Para aquellos que estén menos familiarizados con la lucha libre profesional, ¿se trata de un deporte, un espectáculo, o ambos?
AL: Para mí es un deporte. No diría que la seguía religiosamente, pero la veía cuando era chico, y habiéndola practicado ahora dejame decir que nada se acerca al abuso que tu cuerpo tiene que soportar para ser capaz de dar un espectáculo como este. Nos rompimos el lomo para poder hacerle justicia. Que la comunidad de la lucha libre nos viera y pensara "estos dos actores se esforzaron de verdad, realmente están haciendo estos movimientos".
T: En el primer episodio un personaje que está conociendo el mundo de la lucha libre pregunta "¿por qué el público ama ver esto si sabe que es una actuación?". ¿Vos qué responderías?
AL: ¿Por qué la gente ama las series y las películas si saben que son ficciones? Cuando vas a ver una performance teatral, te enamorás de los personajes, te sentís inspirado por ellos y sus historias, te sentís reflejado en ellos; y eso es lo que pasa con la lucha libre.
T: En la serie se te ve haciendo una mortal hacia atrás y cayendo sobre tus pies en el ring como si fuera lo más fácil del mundo. ¿Cómo fue la preparación física para el papel?
AL: No fue fácil. Lo que puedo decir de la lucha libre es que lo único que es falso es la narrativa que siguen los personajes en el ring, pero el desafío atlético es real. Estuvimos meses y meses entrenando antes de rodar un solo plano, fuimos a un campo de entrenamiento de luchadores. También me apoyé mucho en mi amigo Adam "Edge" Copeland que es uno de los mejores luchadores de la historia de la WWE, y me ayudó a prepararme. Además, en el período de rodaje, cada momento en el que no estuviéramos filmando lo pasábamos entrenando en el ring con los luchadores profesionales que formaban parte de nuestro equipo.
Pero esa acrobacia a la que te referís la aprendí en el mismo día. Estábamos ensayando y veo que en el guion mi personaje hacía una mortal hacia atrás y le digo al director "tengo que hacer esto, los luchadores tienen que saber que el actor pudo hacerlo" y le pedí cinco minutos. Crecí haciendo esquí de estilo libre, así que había hecho giros así antes, lo intenté, funcionó y hasta acabó convirtiéndose en una marca del personaje por el resto de la serie. Son esas pequeñas cosas que le dan realismo a la serie.
T: ¿Cómo describirías la relación entre tu personaje y su hermano?
AL: Como Caín y Abel, es el relato más antiguo de la humanidad. Es una relación muy complicada, ambos lidian con la traumática muerte de su padre y fueron criados para no hablar de esas cosas. Eso, y el hecho de que los dos quieren más de la vida y sostener a su familia, hace que haya muchas emociones en juego. Pero hacen de todo menos hablar de eso, así que es la receta perfecta para el desastre.
T: Mencionabas a Caín y Abel. ¿Por qué creés que este tema, el de la lucha entre hermanos, es imperecedero?
AL: Si vemos cada relato o cuento, en cualquier momento de la historia y en cualquier parte del mundo, ya ha sido contado antes. Y creo que esa es la clave de un guion maravilloso: encontrar nuevas formas de contar historias similares. Pasa también con la música, que hasta cierto punto las mismas canciones han sido escritas una y otra vez de formas diferentes, y eso es lo que las hace excitantes de nuevo. (Télam)